Sonrisa china

"¡Emilio, ríete con los ojos abiertos que no se te ven!"

"Emmmm... mejor ríete normal"

"Sí. Mucho mejor"

Fotografías tomadas por: Mathieu Asselin

Hecha sopa

Sí. Es así de desastroso. Y eso que esta la más decente de las fotos.

Aquí vemos a la asistente de dirección, Belzhaid Garantón, disfrutando de una sopa de pescado de la única y más sabrosa manera de hacerlo: haciendo un desastre.

Fotografía tomada por: Mathieu Asselin
Patrocinado por: Frescolita (No, mentira. Pero si nos hacen un patrocinio lo aceptaremos sin duda)

José y Diómedes: Igualitos

José Sánchez, uno de los personajes de la película "Erase una vez un barco" es conocido por su empuje para emprender sus proyectos, pero también se sabe de él (según una fuente muy cercana) que cuando se toma unos tragos se cree el mismísimo Diómedes Díaz... ¿Ven el parecido?

Fotografía "José Sánchez" tomada por: Mathieu Asselin

Fotografía "Diómedes Díaz" capturada de: http://members.fortunecity.es/rodolfo2/diomedesdiazmaestre.HTM

Trabajo Duro

Nuestro respetable equipo trabajando "durísimo"... Estaban estudiando si podían poner a flotar un barco en la piscina.

Realmente, después de un largo día de trabajo se merecían un descanso, sin importar la resaca general que hubo el día siguiente.

Fotografía tomada por: La cámara de Mathieu Asselin en autodisparador

Dedos de director

Alfredo J. Anzola es un director que permite que la creatividad y el ingenio de su equipo técnico salga a flote durante las producciones.

Ahora... cuando saca los deditos de director, no hay quien lo pare:

  

En esta secuencia se dio cuenta de los típicos "deditos" de director

Aquí trataba de explicar...

"Mira, ¿ves? ¡el encuadre es aquiiiiiiiií!" El último estado de frustración.

Pero después todo salió muy bien

Fotografías tomadas por: Mathieu Asselin

Lucio y la Santa Isabel

En esta foto podemos ver a Lucio Marín, maestro para muchos de los carpinteros de la zona de Boca de Río en Cumaná. Aquí podemos ver cómo Lucio vigila su trabajo...

... y cómo estaba regañando a Emilio y a Alfredo porque no tenían ni la más mínima idea de la zona en la que se estaban metiendo.

Fotografía: Mathieu Asselin