¡Primer Teaser Trailer de Erase una vez un Barco!

Aquí les dejo el primer teaser de la película documental "Erase una vez un barco"... bueno, en realidad es el tercero, pero fue el primero que salió del horno.

¡Disfrútenlo!

Masillado a seis manos

Este trío de apuestos muchachos, se encargan de masillar una embarcación en el taller de José Sánchez.

Península de Macanao.

Al igual que los carpinteros de ribera  de nuestra película, estos muchachones van aprendiendo poco a poco, y a través de la técnica del “ojo por ciento”, cómo hacer un barco; y cómo hacerlo bien.

Los más veteranos les dan tareas pequeñas y sencillas para que vayan aprendiendo el arte de construir una embarcación. Y así, poco a poco, se apasionan y se convierten en los maestros que enseñarán a la próxima generación. 

Fotografía tomada por: Mathieu Asselin

Un empujoncito aquí, un empujoncito allá

El encabezado de nuestro blog

Esta es la imagen completa de la fotografía que sirve de fondo para el encabezado de nuestro blog.

Allí vemos a los chicos: Alfredo, Emilio, Manuel, Isaías, Jeffo, entre otros, tomándose un ligero descanso  junto a la “Santa Isabel”

¿Por qué descansan? Como ven en la siguiente secuencia de fotos, trataban de varar el peñero en la orilla de la playa. Empujoncito, tras empujoncito, tras empujoncito…  ¿La recompensa? Una comilona en casa de José.

Empujoncito tras empujoncito

Fotografías tomada por:  Mathieu Asselin

Santa Isabel número uno; Santa Isabel número dos

Momento en el que se botó al mar el peñero "Santa Isabel" en 1995

En 1995, en Río Caribe, dos hombres muy conocidos en este blog (Manuel Sánchez e Isaías) estaban construyendo un peñero de "9 metros de eslora y 2 metros con 94centímetros de manga" que iba a llevar por nombre "Santa Isabel". El primer zarpe oficial de “Santa Isabel” fue el 11 de marzo de 1996, apenas a unos meses de terminado y entregado.

Transcurrieron 15 años y, con motivo de la realización de “Erase una vez un barco”, decidimos construir otro peñero que conservara el espíritu de ese primer “Santa Isabel”; una embarcación que, como todas, tiene una historia digna de escuchar.

En nuestra película podrás descubrir la importancia de este peñero para la película y conocer más sobre la historia del “Santa Isabel”

Ese barco encalló en mi corazón

Como ya dije en la entrada del 19 de agosto: "Erase una vez... (Parte 3)", el largometraje documental está en la etapa de post-producción.

Les traigo esto a colación porque, siendo parte de y sintiendo a Cine Seis Ocho como mi segundo hogar, tuve la oportunidad de tener una especie de pre-estreno  (digo "especie de" porque llegué y dije: "quiero ver la peli" y me dijeron "¡mírala pues!")

...

Me quedé sin palabras. Es un documental que enseña, que muestra otra faceta de Emilio Lovera, pero que a la vez logra conectarte de una manera íntima con los carpinteros que conoces en el largometraje. Me reí, lloré, escuché a Cecilia Todd, se me antojaron comer arepas en comilona... ¡tantas cosas juntas!

Alfredo logró, como con "El Misterio de los ojos Escarlata", hacer un documental redondo, donde nos cuenta una historia, nos da información nueva e interesante y además te deja con ganas de más.

P.S.:
Esta entrada la monto sin su permiso, ni lectura previa, ni correcciones... Por eso la hago a título personal. Y es que me salió del corazón

Camarón que se duerme se lo lleva la corriente

Sin comentarios...

Aquí vemos a Silvino Armas, asistente de producción, echándose un relajado "camarón" al costado de la "Santa Isabel II"

Fotografía tomada por: Mathieu Asselin

En el futuro SÍ habrá barcos de madera

Esta foto, con su sencilla composición, muestra a la nueva generación de carpinteros de ribera de las costas venezolanas. Al contrario de lo que decía Alberto Vera, que los carpinteros de ribera "son una especie en vías de extinción" (http://eraseunavezunbarco68.blogspot.com/2010/08/erase-una-vez-asi-empieza-esta-historia.html), los carpinteros de ribera están aquí para quedarse.

Esa próxima generación admira a sus padres y abuelos, quienes con esmero construyen las embarcaciones de madera de las costas de Venezuela. Esa próxima generación vive la carpintería y, desde muy pequeños, ayudan con las labores más sencillas de la construcción de un barco.

¡Qué bonito!

Chistes hasta pa' echar al techo

Esto fue en la reunión que hubo en la casa de José Sánchez con el primo Manuel Sánchez, Isaías y los muchachos del taller de Macanao.

Lo divertido de esta reunión es que el que menos echó chistes ese día fue Emilio Lovera (conocido comediante venezolano), en cambio Isaías sacó su repertorio y puso a todo el mundo a reírse a carcajadas.

Fotografía tomada por: Mathieu Asselin

Baño de aserrín

Jeffo lijando todas y cada una de las piezas de un peñero

Este que ven aquí es Jefferson Sánchez, mejor conocido como Jeffo, lijando y tiene su tapabocas para evitar respirar aserrín, pero el tapabocas no evita que él termine bañando en aserrín y que luego tenga que sacudírselo de todas partes con un cepillo de barrer.

P.S.:
o.O Me acabo de imaginar a Jeffo sacándose las virutas de madera y aserrín de la cabeza... o.O

Fotografía tomada por: Mathieu Asselin

Éste no es un "barquito chiquitico"

La actividad que se muestra en esta foto se llama carenado o calafateo y consiste en colocar trozos de hilo de algodón entre las junturas de las tablas que conforman el casco del barco… 


Ahora, si es un pedacito, está muy bien, pero imagínense hacer eso en un barco tan grande como en el que está trabajando este carpintero. ¡Agotador!

Fotografías tomadas por: Adivinen... ¡Sí! Mathieu Asselin

"Nos pasamos por aquí para saludar"

“Nos comimos todos los pescados fritos y tomamos todas las cervezas del mundo”

Una de las cosas más bonitas que ocurrió durante el rodaje de esta película, fue el encuentro entre los primos Manuel Sánchez y José Sánchez, ambos carpinteros de ribera.

La Santa Isabel II viajó desde Río Caribe hasta la Península de Macanao con el equipo de producción de “Erase una vez un barco” y con los carpinteros del taller de Manuel para unir a dos familias protagonistas de esta película.

Fotografía tomada por: Mathieu Asselin

Pájaro picón, picón... pájaro picón, picón...

Otra vez vemos a la asistente de dirección, Belzhaid Garantón, en un acto relacionado con comida, pero no directamente con ella (¡menos mal!) sino con el Tucán "Manuel", mascota de la familia de José Sánchez.

A este tucancito también le toca su pedazo de arepa y, como buen pájaro consentido, quiere que su comida se la dé nuestra linda chica, Belzhaid.

 Fotografía tomada por: Mathieu Asselin

Erase una vez... (parte III)

Todo este arduo trabajo, que une la construcción y el arte, culmina con el sencillo, pero emotivo momento en el que la madera toca la superficie del mar y, entre fiesta y algarabía, se convierte en un sueño hecho realidad: un barco con el que se inician nuevos cuentos e historias.

La película está en post-producción, pero los invitamos a ver nuestro blog y a conocer un poco de los protagonistas, los trascámaras y la historia de este documental y preprararse para visitar su cine más cercano cuando la estrenemos.

Fotografías (Hilo de entrados "Erase una vez...") tomadas por: Mathieu Asselin

Erase una vez (parte II)

Pero ellos no son los únicos que nos acompañarán en esta historia: Lucio Marín nos permitirá echar una ojeada al proceso de construcción de los grandes barcos de madera que navegan por las costas venezolanas; barcos tan grandes como las enseñanzas que les ha dejado Lucio a sus pupilos.

Y no podemos olvidarnos de José Sánchez, en la península de Macanao, quien en un enorme astillero naval, donde construye también enormes barcos, nos abre las puertas de su hogar, de su familia y compartirá con nosotros sus aspiraciones.

Continuará...

Erase una vez - Así empieza esta historia

Hace más de 30 años, mi amigo Alberto Vera me dijo: “Tú tienes que hacer una película sobre los carpinteros de ribera, que son una especie en vías de extinción”

Afortunadamente, hoy todavía están vivos y siguen existiendo carpinteros de ribera y pescadores. Ellos, con todas las emociones, historias y necesidades de construir un barco, serán los protagonistas de este cuento.

Así que esta historia empieza así:

Erase una vez un barco hecho en Río Caribe por Manuel Sánchez e Isaías, quienes entre el plantado de la quilla y la botadura del barco compartirán sus vidas, sus amigos y hasta sus cervezas con nosotros.

Continuará...

Fotografías tomadas por: Mathieu Asselin

Mentiras verdaderas. La sucia historia oculta de un barquito

Aquí vemos a Lucio posando junto al esqueleto de un pequeño peñero en su taller.

Pero ese peñerito tiene una historia sucia... (sonido de redoblantes) ... ¡ese peñero es de mentira!

Bueno... no tan de mentira. Lo que pasa es que forma parte del Museo del Mar en la península de Macanao, en la Isla de Margarita, y los encargados de la conservación de las piezas, se lo llevaron a Lucio para que lo arreglara. Pero al fin y al cabo es un peñerito que nunca ha estado en el mar, o sea, de mentira.

Fotografía tomada por: Mathieu Asselin

Todos hacen de todo

En esta producción todos hacen de todo.

Aquí está Alfredo, director de "Erase una vez un barco" montando la cámara en una especie de voladero que quedaba junto a una carretera (no me pregunten sobre la seguridad de todos ellos y, en especial, la seguridad de la cámara)

Y mientras ellos grababan todas las tomas necesarias, Mathieu caminaba de un lado para el otro tomando fotos del lugar tan... tan... tan...particular que escogió Alfredo para poner la cámara.

 (Tampoco tengo idea del interés de Mathieu en meter el camión de agua potable en el encuadre de la foto... cosas de fotógrafos, me imagino)
Una vez que el camarógrafo tomó la cámara, se ve al resto del equipo sentado, tranquilamente, al borde del voladero junto a la carretera.

Y para reforzar el punto de que en esta producción todos hacen de todo, aquí está Laura Oramas sosteniendo un rebotador para iluminar una escena.

(Fíjense en la cartera. Jamás, JAMÁS, la suelta... ni siquiera mientras sostiene el rebotador como por media hora. Como buena productora que es, con la plata siempre bajo el brazo)

Fotografías tomadas por: Mathieu Asselin

Sonrisa china

"¡Emilio, ríete con los ojos abiertos que no se te ven!"

"Emmmm... mejor ríete normal"

"Sí. Mucho mejor"

Fotografías tomadas por: Mathieu Asselin

Hecha sopa

Sí. Es así de desastroso. Y eso que esta la más decente de las fotos.

Aquí vemos a la asistente de dirección, Belzhaid Garantón, disfrutando de una sopa de pescado de la única y más sabrosa manera de hacerlo: haciendo un desastre.

Fotografía tomada por: Mathieu Asselin
Patrocinado por: Frescolita (No, mentira. Pero si nos hacen un patrocinio lo aceptaremos sin duda)

José y Diómedes: Igualitos

José Sánchez, uno de los personajes de la película "Erase una vez un barco" es conocido por su empuje para emprender sus proyectos, pero también se sabe de él (según una fuente muy cercana) que cuando se toma unos tragos se cree el mismísimo Diómedes Díaz... ¿Ven el parecido?

Fotografía "José Sánchez" tomada por: Mathieu Asselin

Fotografía "Diómedes Díaz" capturada de: http://members.fortunecity.es/rodolfo2/diomedesdiazmaestre.HTM

Trabajo Duro

Nuestro respetable equipo trabajando "durísimo"... Estaban estudiando si podían poner a flotar un barco en la piscina.

Realmente, después de un largo día de trabajo se merecían un descanso, sin importar la resaca general que hubo el día siguiente.

Fotografía tomada por: La cámara de Mathieu Asselin en autodisparador

Dedos de director

Alfredo J. Anzola es un director que permite que la creatividad y el ingenio de su equipo técnico salga a flote durante las producciones.

Ahora... cuando saca los deditos de director, no hay quien lo pare:

  

En esta secuencia se dio cuenta de los típicos "deditos" de director

Aquí trataba de explicar...

"Mira, ¿ves? ¡el encuadre es aquiiiiiiiií!" El último estado de frustración.

Pero después todo salió muy bien

Fotografías tomadas por: Mathieu Asselin

Lucio y la Santa Isabel

En esta foto podemos ver a Lucio Marín, maestro para muchos de los carpinteros de la zona de Boca de Río en Cumaná. Aquí podemos ver cómo Lucio vigila su trabajo...

... y cómo estaba regañando a Emilio y a Alfredo porque no tenían ni la más mínima idea de la zona en la que se estaban metiendo.

Fotografía: Mathieu Asselin

¿Qué tienen en común Alfredo Anzola y Emilio Lovera?

¿Qué hacen Alfredo Anzola y Emilio Lovera montados en un peñero?

Estos dos tienen mucho en común: les gustan los barcos, la carpintería y un amplio repertorio de chistes que contarán al primer pobre e inocente desprevenido que se encuentre cerca.

Además, esta foto tiene dos incógnitas: ¿Por qué Alfredo suda de manera irregular? y ¿Por qué Emilio tiene esa extraña sonrisa?

Fotografía tomada por: Mathieu Asselin

¿Qué es Cine Seis Ocho, S.A.?

Cine Seis Ocho podría conceptualizarse como: “una casa productora que, desde 1977, realiza largometrajes, cortometrajes, documentales y series animadas”.

Pero Cine Seis Ocho es más que eso.

Esta pequeña organización puede decir, sin exagerar, que ha sido “el segundo hogar” de muchas de las personas que han formado parte de alguna de sus producciones.

Y es que uno de los tácitos y principales valores de la organización es que cualquiera que cruce la puerta de Seis Ocho sienta el calor de hogar, la camaradería y la responsabilidad que emana la gente que trabaja en la empresa.

 

Cine Seis Ocho es su gente.

Alfredo J. Anzola

Bajo la tutela y dirección de Alfredo J. Anzola, sociólogo ucevista y Premio Nacional de Cine, se han creado historias que tocan al ser humano, que reflejan al venezolano común y que, a través del drama disfrazado de comedia ligera, han marcado la historia del cine venezolano.

Cinematografía:

A partir de 1969 realizó varios documentales en 16mm. blanco y negro (Como la Desesperación Toma el Poder, Santa Teresa -Premio Festival de Oberhausen-, La Papa, La Fiesta de San Juan, El Hombre Invisible - Premio Concejo Municipal- y A Medio y de los Trabajadores).

Ha dirigido y/o producido varios largometrajes:

• 
  
  1974 Santana,
• 
  
  1976 Fiebre,
• 
  
  1977 Se Solicita Muchacha de Buena Presencia y Motorizado con Moto Propia (Premios: Asociación Venezolana de Críticos Cinematográficos, Concejo Municipal de Caracas, Mara de Oro, Escenario Juvenil, El Dorado),
• 
  
  1980 Manuel (Premios: Concejo Municipal del D.F., Meridiano de Oro, Festival de Cartagena),
• 
  
  1984 Coctel de Camarones,
• 
  
  1985 Pequeña Revancha (Premios: Festival de San Sebastián, Festival de la Habana, Bienal de Bogotá, Concejo Municipal del D.F., Festival de Giffoni, Festival de Biarritz, Festival de Frankfurt, Interfilm en Berlín),
• 
  
  1986 De Cómo Anita Camacho Quiso Levantarse a Marino Méndez (Premios: Festival de Mérida, Concejo Municipal de Caracas)
• 
  
  1993 El Misterio de los Ojos Escarlata (Premios: Monseñor Pellín, Asociación Nacional de Autores Cinematográficos).
• 
  
  2004 1888. El extraodinario viaje de la Santa Isabel
• 
  
  2006 El Mundo de los Onqui Tonqui
• 
  
  2009 ¿Y Por Qué?
• 
  
  Postproducción Erase una vez un Barco (Título tentativo)

Ha realizado una serie de documentales Institucionales para Conicit, Fundacomún, Alcasa, Banco Internacional, Sonográfica, Corporación Andina de Fomento, Galería de Arte Nacional, Biblioteca Nacional, Grupo Yarirokue, Fundación Pampero, Sunacoop, Foncofin, Schlumberger, Hidrocapital y Fundación Polar.